UltraSanabria 2022 (110k)
No soy mucho de escribir, es más, creo que no se me da muy bien, pero la ocasión lo merece e intentaré hacerlo lo mejor que pueda. Quiero recordar el día de mañana con estas líneas lo qué supuso esta prueba para mi.
Esto comienza años atrás. Un reto personal que por pandemias y demás motivos personales no había podido realizar.
Este año tenia que ser y ha sido mejor de lo que pudiera imaginar.
UltraSanabria 2022, tres etapas, 110 kilómetros por delante con 6.000m de positivo y una prueba muy técnica para lo que estoy acostumbrado con mi comando Baraka. Voy con una ligera ventaja, es mi tierra, me siento sanabrés y sentimentalmente llevo un plus añadido.
Pongo rumbo el jueves, a las 18:30 comienza la entrega de dorsales y quiero ser de los primeros. Efectivamente a las 18:32 recojo mi dorsal con el número 108. Me quedo mirándolo como un niño con zapatos nuevos y no puedo evitar que las lágrimas se me caigan. Ni he empezado y ya estoy como un flan.
Veo como va llegando gente y me van entrando mas nervios si cabe. Hay nivel, mucho nivel y me siento muy pequeño. Somos 110 participantes y con Manuel Merillas y Ohiana Kortazar como abanderados de la prueba. “Pero donde vasss???” Me pregunto una y otra vez. “Vas a quedar último”, “vas a ir solo siempre” son preguntas que no paro de hacerme y los nervios se vuelven más fuertes si cabe.
Me voy al hotel y espero en la habitación a que den las 20:30 para ir a cenar. Estoy solo, me siento mal. Se que mucha gente me está acompañando en espíritu pero me siento muy pequeño. No estoy empezando con buen pie pero he venido a cerrar una etapa de mi vida de ansiedades y malestares varios y tengo que hacerme fuerte.
Dormir?. Corramos un tupido velo en este tema. Así que ya juntamos mas cosas negativas. Todo se pone en contra pero dan las 08:30 en la línea de salida y me dispongo a comenzar mi reto con toda la ilusión del mundo.
Primera etapa, las más técnica de todas, el tiempo acompaña, así que no todo esta en contra. Los primeros kilómetros son de bajada y me vienen muy bien para empezar a enchufarme antes de la temida pedrera. 2 km de subida de piedra con 600mts de desnivel positivo. Este es el punto de inflexión en mi aventura solo por un detalle; al llegar al final de la Pedrera, miro hacia abajo y para mi sorpresa hay mucha gente por detrás. He subido de maravilla y veo a gente con problemas. Me vengo arriba, y en ese momento se va uno de mis miedos.
“No vas a quedar último y si no miras el reloj muchos de ellos no van a poder contigo”. Ahí comienzo a disfrutar toda la etapa, muy técnica si, pero liberado, con alegría, haciendo bromas con la organización y haciendo los kilómetros con unas piernas en un estado de 11.
Fin de la etapa…el 70 de 110. Primer escollo superado. Durante toda la tarde estoy borracho de felicidad y se me hace muy amena dentro de la “soledad”
Pero no contaba con algo que no tenia calculado. Los nervios de la primera etapa me hicieron elegir mal la estrategia de los geles. Utilizo los Maurten, los blancos con cafeína y los grises. Por mis nervios y pensar que no iba a llegar no alterne y solo tome blancos. Uno por hora (como tenia establecido). Si le sumamos que esa variante no la había contado y que seguí por la tarde con mi rutina de café solo (me encanta el café) dio como resultado una taquicardia nocturna con sudores fríos y fiebre. Me planto en la segunda etapa con 2horas y 15 min de sueño y con febrícula.
No había llegado hasta aquí para retirarme por una mierda como esta. A morir, pero yo salgo. Y así fue, a medida que iban pasando los kilómetros el efecto de la cafeína se iba agotando y me iba encontrando mejor. No utilizo ningún gel en esta etapa; solo liquido y comida real en los avituallamientos. Acierto total. Llegamos a meta muy fuertes y entrando otra vez entre los 70 primeros. Ya no entran 110…la gente va cayendo y tu sigues ahí incluso sin haber dormido.
Las piernas están de 10. Los entrenos de estos meses y los 15 kilos perdidos están dando los frutos. Solo queda una, solo una puta etapa…y solo pedía una cosa…DORMIR!!!!
Resultado sin cafeína alguna (ni café tome el sábado) como un bebé. Me levanto fresco como una lechuga dispuesto a poner la guinda al pastel.
Tercera etapa: sonrisa de oreja a oreja. Sabia qué sino cometía un error por mirar el reloj lo tenia hecho.
Alguien muy importante me acompañaba desde arriba y todas las veces, porque fueron muchas, que iba a besar literalmente el suelo, me cogía del pantalón y me sujetaba sin dejarme caer. Suena a divinidad o a chorrada como queráis etiquetarlo, pero hubo momentos en que era materialmente imposible no haberme dejado los dientes contra las piedras y el me ayudó, estoy convencido. Así que gracias Papá.
Último kilómetro, no paraba de llorar, lo había conseguido, me sentía un puto aroman y nada ni nadie iba a estropearme ese momento. Era finisher de la ultra de Sanabria y el inicio de una nueva etapa en mi vida. He superado la ansiedad, los miedos y las adversidades. Como dice mi psicóloga, “Jonhy, has cerrado el círculo y tienes que estar muy orgulloso de lo que has hecho”
Mención especial a mi comando Baraka. Nada de lo que ponga en estas líneas va a ser suficiente para agradecer el cariño, las muestras de apoyo y la amistad que me han mostrado no solo en estos días, sino en parte de mi vida. Así que los post están mas vivos que nunca y ya estoy deseando el siguiente de mi nueva etapa. SE OS QUIERE
Y a mi equipo, soy de poco hablar, no me hago oír en el grupo pero se que tengo otra familia detrás que no me dejaría caer. GRACIAS A TODOS
Por Jonathan Lozano