Urduñako Mendi Lasterketa 2023
UML consiste básicamente en subir a la meseta dos veces por dos rampas casi verticales, correr y disfrutar las vistas por allí arriba y unas bajadas muy divertidas. El paraje es brutal así que uno no entiende que lleve tan poco una carrera por esos montes imprescindibles, esta es la séptima edición.
Tras la edición del año pasado en compañía de Ander y Aitzol, nos convencimos de que este carrerón lo teníamos que promocionar y que fuera una gran cita del grupo de Trail, además está muy bien organizado.Personalmente llegaba en buenas condiciones este año, pero la semana anterior a la de la carrera fue complicada, mucho lío en el trabajo, y comer mal esos días me pusieron con tensión alta y por tanto en zona de peligro para mi corazoncito mal arreglado. Aquel sábado subiendo con Ivan hacia Larraskitu entré en arritmia, llegué a 200 ppm y tuve que bajar a casa andando lentamente a 160 ppm durante 20 minutos eternos. En unas horas se pasó, pero la sensación de vulnerabilidad e incapacidad te deja muy tocado. Esa es exactamente la sensación contraria que te da el poder correr por el monte por cualquier terreno. Tenía que arreglarlo en una semana.
Después de una semana más tranquilo, con la familia quejándose de que cocino soso, y corriendo un poquito cada día conseguí poner al biotza de vuelta a la formalidad y parecía posible ir Orduña.Por el camino estaba el día esplendoroso, algo de niebla pero se veía el cielo despejado, el pronostico se cumple y las largas horas de lluvia quedan atrás. Se ve el monte con colores otoñales, demasiado bonito incluso, que no se puede correr con síndrome de Stendhal jeje. Esos bosques nos acechan con toneladas de barro. Llego a la recogida del dorsal, allí están todos: Sebastien, Itxaso, Aitzol, Cándido, Txus, Ander e Ivan, pensaba que venía pronto y soy el último. Entro en la Alhondiga donde reparten los dorsales, huele a hortalizas locales, la bolsa de corredor esta cargada, de Acelgas, pimientos, guindillas, calabaza. “Que grandes! Me encanta!”.
Volvemos a los coches a prepararnos, mientras discutimos sobre qué llevar, con este tiempo no hace falta ni manguitos. Afortunadamente todos despejamos las dudas y cogemos los bastones, lo hubiéramos pagado caro en caso contrario.
Después de calentar un poco y entrar en el control de material estamos de subidón. Un Aurresku que no da ningún hype, y salimos. Empezamos con tranquilidad que va a ser largo y nos vamos calentando con los ánimos de Txus. Tras cinco kilómetros de subidas y bajadas con patinazos y atascos por barro, llegamos a la primera gran subida hacia Fraideburu. Se ve la serpiente multicolor por toda la pared y tenemos que cruzar una pequeña cascada agarrándonos a una cuerda, nos calamos de rodilla para abajo pero hasta se agradece. Ahora ya a afrontar la rampa en serio, el siguiente kilometro tiene 380m de desnivel.
Tal como suponíamos Ander e Itxaso nos recortan en la subida todo lo que Ivan y yo habíamos adelantado en los primeros 5km. Estos dos nacieron para desnivelear.
Una vez arriba volvemos a correr por el llano de arriba, pero se va empinando poco a poco hasta que tenemos que volver a andar para no quemarnos y pronto llegamos al punto mas alto. Empieza una bajada ligera y vamos hacia el Txarlazo, allí nos encontramos a Txus de nuevo que nos anima. Empieza la bajada seria y aunque no tiene mucho sentido fuerzo el ritmo, simplemente por notar que tengo buenas sensaciones en la patas y seguridad en la bajada, además en cuanto oigo a alguien bufar como un Jabalí detrás de mí, no puedo dejar que me pase.
Tras la larga bajada llego al avituallamiento y me lo tomo con calma para esperar a Ivan, y luego esperamos a Itxaso y Ander, vienen poco después, no tiene sentido ir separados por una distancia tan pequeña sobre todo con lo que se nos viene encima. Ahora toca la segunda subida, esta vez a Bedarbide más tendida al principio, pero con que sube de 450 a 1025 m en menos de tres kilómetros, aquí voy con Itxaso. Ander e Ivan están algo mas atrás.
Por fin llegamos al Km20 y la cima, vamos en llano ya con mucho cansancio acumulado y pronto empieza la bajada de la espectacular senda negra, la tierra negra es un espeso barro negro que se pega y se desliza, entrando en el bosque nos hundimos, tiene que haber una técnica para esto.
Llegando abajo nos alcanza Ander como un avión. Ivan se ha quedado algo más atrás. Vamos tirando con lo poquito que nos queda de fuerza. Cuando llegamos al kilómetro 28.5 de gps llegamos al cartel de kilómetro 30. Nos llegamos a creer que nos quedan solo 3 para meta. “emosido engañado” al final nos saldrán los 33km clavados. Llegando a Orduña aparece Txus, listo para fotos, ánimo y un poco de conversación. Nos podría acompañar, pero se le cae al suelo a su lado un señor de 90 años y se queda ayudándole. Se queda en buenas manos Txus está en todo y para todos.
Después de marearnos para entrar al pueblo, recta de meta y llegamos en 4 horas 52. Más que el año pasado pero la sensación es mejor y las circunstancias de barro eran peores.
Reponemos fuerzas mientras esperamos a Ivan que entra poco después con Alaia, un angelito de la mano, Cándido aparece poco después. Sebastien entendemos que estará duchado y comiendo. Aitzol se ha retirado después de unos cuantos “avisos musculares”.
Ander nos dice que ha oído algo en megafonía de Korrikazaleak, pero no le creemos. Después de un rato una chica nos dice que somos terceros por equipos, pero luego después resulta que segundos. Nos vamos para el pódium contentísimos tenemos al lado a los amigos de Etorki que han sido primeros.
Hacemos allí mismo el unboxing del premio que nos han dado. Son dulces, 30 sobres de embutido, bonito… Genial!, por si no teníamos razones suficientes para repetir. Un lujazo!. Ha sido un gran día, coincidimos todos que para repetir. Espero hacerlo y tener la sensación de que el cuerpo responde cuando le metes en estas aventuras.
Un placer disfrutarlo en buena compañía.
Por Pablo Campo