Tesla Vertical 2023
Después de 4 años sin celebrarse ninguna edición de la marcha popular de la subida a la tesla, llego el año en el que se dieron las condiciones. Se trata de una carrera en la que no se puede correr, dividida en tres recorridos. El verde para los mas peques, el azul que es un recorrido exigente pero sin pasarse, y finalmente el rojo, una subida vertical muy exigente con un desnivel positivo de 650 metros repartido en 3 kilómetros. En este recorrido solamente se acepta la participación de mayores de edad, pero al conocer a los organizadores y falsificando la edad pude conseguir un dorsal.
Los días anteriores estuve preparando el recorrido hasta tal punto que me sabia cada curva de memoria. En el ultimo reconocimiento no tuve muy buenas sensaciones en el ultimo tramo, hasta tal punto que tuve que pararme un par de veces, haciendo un tiempo de 43 minutos. No era un mal tiempo, pero estaba lejos del récord establecido por Iñigo cuesta en 36 minutos.
Llego el día de la carrera y mientras desayunaba mi hermana monto un berrinche tumbada en su cama ya que no quería ir. Pero por suerte esto se le paso y pudimos llegar lo suficientemente pronto para coger una buena posición el la parrilla de salida.
Mientras esperábamos a la cuenta atrás de la salida miraba a mis oponentes a los cuales en la pasada edición hace cuatro años veía inalcanzables. La espera no se hizo muy larga y sin previo aviso sonó una bocina, la gente salió escopetada. A pesar de ir en marcha el ritmo era muy alto. No tarde mucho en encontrar un grupo el cual llevase mi ritmo. Eso si, en ningún momento perdía la vista en el grupo de “las balas” liderado por Jose Luis e Iñigo Cuesta. En cuanto vi la oportunidad me descolgué de mi grupito y me fui a la caza de los primeros.
En cuanto acabo la aproximación al tramo vertical por una pista llana, empecé a sentir buenas sensaciones, realmente sentía que podía bajar mi tiempo, y así fue, empecé a adelantar a gente. Mientras mas ardor sentía en las piernas mas agachaba la cabeza y de esta manera no baje el ritmo en ningún momento. Poco a poco iba viendo como la gente que salió muy rápido se iba descolgando en el tramo mas duro. Y en ese momento vi la placa metálica en la que ponía últimos 500m, en ese momento supe que tenia que apretar, y sin pensarlo empecé a subir el ritmo para llegar lo antes posible al punto de control en la cima. Y tres, dos, uno… ya estaba, el sufrimiento había acabado, había acabado la prueba.
En ese momento llame a mi aita con el relojito rosa de mi hermana mientras preguntaba al chico que apuntaba los tiempos, y me dijo lo inesperado, había conseguido el quinto mejor tiempo, 40 minutos, por lo tanto estaba en el top 5, no me lo creía, lo que veía inalcanzable lo había conseguido. Todos me felicitaban y me decían que el próximo año ganaba, y yo con lo vergonzoso que soy lo negaba con la cabeza y les decía que estaban muy fuertes como para ganarlos.
Acto seguido emprendí la bajada, junto a un señor de Santurtzi, con el cual no me faltaba tema de conversación en ningún momento. En pocos minutos empezamos a hablar con Iñigo Cuesta, el cuatro veces campeón de esta prueba, cuatro años seguidos. El me felicitaba y nos contaba anécdotas y vivencia de su carrera profesional como ciclista. De esta manera en un abrir y cerrar de ojos llegamos al arco de salida donde recibimos la medalla y nos subimos al pódium los cinco primeros en la categoría absoluta masculina y femenina.
Muchas gracias a Iñigo del Hoyo por dejarme participar y muchas gracias a todos los presentes por el animo.
Por Lucas