Crónica ZUMAIAko herri Lasterketa
Pre Zumaia:
Yo era de esas personas que prefería ver marchar el autobús y esperar media hora al siguiente, que tener que correr 200 metros. En las clases de gimnasia, era la primera en esconderme en el vestuario cuando tocaba correr- Vamos, que toda mi familia alucinó, cuando un día me dio por correr, y pasaba de dos minutos, a quince, veinte y llegar a correr una carrera 10K.
A día de hoy, nadie sabe que voy a irme hasta Zumaia para correr una carrera de 5,6km. Creerían que es absurdo y tal vez por eso me da un poco de vergüenza contarlo. Y puede que si, que sea una estupidez. Pero a veces, necesitamos hacer estas cosas. Como cuando cambiamos de look radicalmete. Como cuando decides mandar dejar todo y empezar de cero. Y es que, eso es lo que yo quiero. Dejar de lado todas esas dificultades que surgieron cuando, por así decirlo, me puse enferma. Recuperar esas ganas de superarme, y de decir adiós a todo lo que me ha estado frenando. Serán 5kilometros, pero marcarán un antes y un después.
Post Zumaia.
Vaya vaya. Todo el día nerviosa. Anginas. Pero un sol precioso, y ganas de que llegase el momento. Hemos ido bastante pronto a Zumaia, se me ha hecho hasta larga la espera. pero más largos se me han hecho los kilómetros. He salido la última, porque como soy una tortuga, no quería estorbar a nadie. Me he juntado a un grupito que iba de pachangueo, y he tirado a unos 5 metros de ellos hasta el km 4 o así. La diferencia es que desde el primer km yo iba mal. Escuchaba mi respiración forzada, y me molestaba la tibia. No encontraba mi ritmo ( iba a unos 5 Quería ir más suave para recuperar aire, pero eso hacía que la pierna me molestase más. Creo, que el 90% de la carrera he ido hablando conmigo misma sobre abandonar, sobre porque continuar… Mecasuen la leche. Asier me dijo que la disfrute. Y yo totalmente encabronada. Echaba de menos tener a mi hermano de escudero, alguien que me ayudase a ir salir de ese embrollo. Creo, que si no hubiera sido por todo ese público que me decía » aupa neskaaaa!» ( que por cierto, han sido un montonazo, menuda afición más estupenda), habría dejado de correr. Pero miraba a los niños, como aplaudían emocionados. Y sentía que yo había ido allí por algo, y no debía de olvidarlo. No iba a por un tiempo. Sino, a por un inicio. Y me quedo con eso.
A pesar de haber sufrido durante toooooda la carrera, estoy sentada en el ordenador sonriendo. Pensando en cual será la próxima. Porque nadie nace haciendo todo bien. Y hoy, he conseguido darme una oportunidad. Tengo la suerte de haber encontrado a unos korrikazales geniales, que me apoyan cada pequeño paso, que se ofrecen a acompañarme a mi tortu-ritmo, que me dan consejos para mejorar….Teniendo todo esto, ¿ Cómo iba ahora a rendirme?