Crónica Zurich Maraton San Sebastian 2025

EL MARATÓN MÁS LARGO

Todo comenzó el 24 de noviembre del año pasado. Tras una buena preparación y con la tranquilidad de que la carrera va a salir bien, nos vamos mi mujer (la que siempre me acompaña) y yo a la feria del corredor a recoger mi dorsal y el de otros miembros del club. Y cuál es nuestra sorpresa cuando al llegar al apartamento para dejar las mochilas, veo un mensaje de Vallejo en Whatsapp diciendo que se suspenden todos los deportes al aire libre por fuertes vientos. Resignación, vuelta a casa y a pensar en lo siguiente. Y pensando, pensando ha llegado el de este año, por diferentes motivos no había corrido una maratón desde hacía 21 meses en Sevilla.

Tal y como transcurría la semana, los días previos a la carrera estábamos pendientes de las condiciones climatológicas, el viento parecía que iba a ser nuestro mayor enemigo, por suerte no llovió, la temperatura se acercaba a los 14 grados y en algunos giros soplaba un ligero aire. Mi preocupación era otra, diez días antes de la carrera el test de Gavela me dijo que no estoy todo lo bien que debería ya que en el segundo 6000 me sobraron 50¨  Para colmo, al día siguiente del test noto un pinchazo en el gemelo que me obliga a descansar y no poder participar en la media maratón de Palencia. 

Con dudas razonables para una prueba tan exigente, nos presentamos en Donosti junto a Vallejo, Viteri, Arrieta, Igor Garcia y Jorge Román. Nos vimos unos minutos antes de la carrera en el parking donde habíamos quedado y donde me estaban esperando. Aunque dormimos en San Sebastián, fuimos los últimos en llegar porque al dejar el hotel confundí la puerta de salida con la de una habitación. Una pérdida de tiempo sin más, afortunadamente, no salió nadie de la misma. En los momentos previos nos vimos poco, uno que se va al baño, otro que se va a cambiar, otro que se va con las liebres, otro que se olvida el dorsal en el coche y yo que hago lo propio con los imperdibles. Y con estas cosillas nos vamos cada uno al cajón correspondiente. Delante del ayuntamiento está mi cajón de 3h 30′ y ahí es donde conozco a Igor que ya llevaba un rato esperando al resto del equipo. Antes de la salida se nos presenta Quique, muy conocido entre los atletas populares, con más de 100 maratones a sus espaldas pese a su juventud y que conoce muy bien a nuestro club.

 Salí en la segunda tanda de las tres que hubo con las debidas precauciones para evitar codazos y zancadillas durante los primeros Kms. hasta que se va estirando el grupo y se coge el ritmo de carrera. Entre el Km. 12 y 13 me adelanta Quique, intercambiamos algunas palabras y se fue hacia adelante. En el primer paso por Anoeta una patrulla de la ertzaina me dice «ánimo Korrikazaleak que vas muy bien, venga que los llevas ahí».

Paso por la media maratón en 1h 44′ 19″ lo cual me motiva bastante y me veo más optimista cuando paso por el Km. 30 en 2h 28′ Pero si algo tienen este tipo de carreras es que te dan para pensar en muchas cosas y también para pasar del blanco al negro en un momento. De lo más eufórico al pesimismo más absoluto solo porque los músculos te dicen que no, que es el momento de parar. Se te cae el mundo encima a falta de 11 Kms. y dan al traste con lo que pensabas unos minutos antes.

Destacar, además de la buena mañana, el ambiente que hubo en las calles con muchísima gente y por momentos dejando un pasillo estrecho, recibiendo muchos ánimos que te ayudan a terminar aunque vayas tocado. En el segundo paso por Anoeta le digo al ertzaina que ya no voy tan bien como antes y me contesta: calla, que los que estáis aquí tenéis un mérito de la leche.

Inocentemente pregunto al grupo si alguno conocía al ertzaina que estaba en Anoeta y aunque obtuve la respuesta, la pregunta correcta hubiera sido: Gorka, ¿conoces al ertzaina…? Es Aingeru, corría en el Getxo, me contesta. Sigo pensando en cruzar la línea de meta y en un giro veo a Gorka al que le digo que me vuelve a doler el gemelo. A falta de 4 Kms me adelanta Igor, que me ofrece un gel, le doy las gracias y le digo que lo que fallan son las piernas. Consigo cruzar la meta en 3h 50′ 30″ 

Mentalmente soy una roca y cuando acaba una carrera ya estoy pensando en la siguiente y hoy mismo me he apuntado al maratón de Madrid pensando más en disfrutar del espectáculo. Es una buena prueba para no pensar en hacer marca. Dentro de un año en Málaga veremos si tengo que dar el brazo a torcer en la guerra por el declive.

Aprovecho para felicitar a Iñigo por su MMP, a Jorge que se quedó a 60″ de hacer un sub 3h. a Vallejo que hizo un meritorio 3h 20′ después de sufrir una herida en un dedo del pie antes de empezar la carrera, a Igor que también cumplió su objetivo con un tiempo 3h 39′ y a Gorka, un titán que cinco semanas después de Budapest, paró el crono en 3h 11′  Por último, recuerdo a los que no pudieron venir por culpa de las lesiones y por extensión, a todos los del club que no podéis salir a correr.

Por Cándido Roldán

También te podría gustar...

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies