XXXIX Media Maratón Vitoria – Gasteiz

Cuando suena la alarma del móvil llevo ya un buen rato despierto. Estoy bastante nervioso, esta carrera no es el objetivo principal de la temporada pero sí es muy importante. Los últimos intentos de bajar de 1h20′ en media maratón (Vitoria 2015, Donosti en Mayo y Laredo en Junio) han salido mal por diferentes razones, y ya me estoy empezando a obsesionar con esa marca. Esta vez creo que es posible, pero sé que me va a costar un triunfo. Estoy en un punto de forma bueno desde el Maratón de Donosti, y he descansado y recuperado, pero también he cogido un par de kgs y sé que a ritmos de 3:45 me pongo muy rápido en UAN, estoy jugando muy cerca del límite aeróbico. Hoy va a tocar pelear.

En las MM intento mantener los mismos rituales que en los maratones en versión reducida, me ayuda a estar concentrado y mentalizado en la carrera. Mini-taper de un par de días, los días previos mucha agua, isotónico y pasta. La ducha fría en las piernas para activar la circulación, la pulsera de tiempos, … en fin, toda la liturgia. Hasta llevo un gel que sobró del maratón, total va a caducar y no me cuesta nada, si no me lo tomo pues para otra vez.
Desayuno fuerte, me visto, preparo la mochila (meto de todo, hoy va a hacer mucho frío) y a la calle. He quedado con Óscar, que lleva el coche y viene con su amigo Diego. Nada más salir de casa me doy cuenta de que no he cogido los guantes y hoy van a hacer falta, vuelta atrás. Menos mal que me gusta ir con mucho tiempo los días de carrera…
Vamos en el coche hablando de todo un poco, y en un momento de la conversación comento que he quedado con uno en el parking de Meta para darle el dorsal… ¡¡¡EL DORSAL!!!  ¡¡¡Me he dejado los dorsales en casa, el mío y el de Rober!!! ¡Torpe, atontao! Media vuelta, cojo los dorsales y a la carretera otra vez. Menos mal que Óscar es como yo y le gusta ir con tiempo, y habíamos quedado pronto… 

Llegamos a Vitoria y vamos directos al sitio donde he quedado con la gente de ForoAtletismo. Foto de grupo y 4 charlas, no está la mañana para mucha conversación, hace un frío del copón!!! 

Vuelta al coche a ponernos de corto. Pantalón corto, tirantes, manguitos y guantes (yo el cuerpo y las patas los caliento rápido pero las manos siempre las tengo frías). Un plástico por encima para calentar y hala, a la salida trotando.
En la salida hay una zona con precinto, al principio pienso que será para los del Cto de Álava, pero me fijo en los dorsales y no. Casi todos llevan un color de dorsal reservado a marcas de 1h25′ o menos. Yo tengo uno de esos, mira qué bien, al final parece que va a servir para algo! Aquí estamos un poco menos apretujados pero aun así la liebre de 1h20′ está algo lejos. Bueno, da igual, mientras esté a la vista…

Cuando falta 1′ me tomo una gomi de cafeína y ya me concentro en la carrera. Pistoletazo de salida y todos vamos andando hasta la línea para no estorbarnos, desfase de unos 10» hasta que paso yo por la cinta. Oigo el pitido, pongo en marcha el Garmin y… ¡¡¡a volar!!! Esto empieza cuesta abajo y vamos todos a saco, hay que andar con mil ojos para evitar tropezones.
Son casi 3 kms de muy ligera cuesta abajo, así que salen algo rápidos. 3:41, 3:41 y 3:45. En el km 3 ya he cazado al grupo de la liebre, que salió un poco por delante. Veo a Rober, ¡tiene muy buena cara! Jodé, y decía que no iba a poder aguantar ese ritmo… 

El grupo es muy grande y me va a costar mucho pasarles, me quedo aquí hasta ver si la liebre lleva bien el ritmo o va muy desfasada.
Pasan algunos kms, en una recta de ida y vuelta nos cruzamos con Isra y nos pega un buen berrido. Veo que la liebre más o menos va clavada en ritmo 3:46, así que me quedo aquí. Los desniveles son todos muy tendidos, cuando hay alguna subidita va un poco más lento y en las bajadas recupera segundos, pero al final vamos a 3:45 – 3:47 clavados. Yo llevo unos pocos segundos de margen gracias a los primeros kms rápidos en bajada.

Al ser un grupo tan grande hay que andar muy atento para no tropezarnos, y a veces hay que ralentizar o avivar un poco el ritmo. No es que fuéramos a tirones, no era para tanto, pero a la larga esos cambios de ritmo los notas. No vi el dato en carrera pero lo miré después, y entré en UAN en el km 5!!!  

En el km 10 o por ahí decido que estos cambios de ritmo no me vienen bien, además me acabo de quedar sin botellín en el avi porque al ser tantos no he podido cogerlo (por suerte otro corredor me pasa el suyo). Decido cambiar de ritmo e intentar dejar atrás al grupo, pero no me dura mucho. en menos de 1km me cogen otra vez y ahí ya me doy cuenta de que hoy no me va a sobrar nada, me quedo aquí y gracias si no me descuelgo… intento ir pegado a Rober, por mantener una referencia de ritmo (este hombre es un reloj) y también por la sensación de «correr acompañado», aunque no hablamos nada.

En el km 12 voy a la par con la liebre y le oigo hablar con otro corredor del grupo. Le dice que él va a intentar clavar 1h20’00», que va a intentar entrar justo, y que lo importante «es que os quedéis aquí hasta el 16 o 17, y luego ya lo tenéis hecho». En ese momento pensé: «pues no ha dicho nada este, ¡nos queda un mundo!». Estaba sufriendo lo mío ya… Un amigo me dijo después que estuvo animando en ese km 12 y me pegó un buen berrido, pero no le vi ni le oí… 
En ese punto incluso me tomo el gel. Seguramente no hizo ningún efecto ni sirvió de nada, pero yo ya necesitaba de todos los placebos del mundo. Tocaba apretar los dientes y no pensar… y quedaban 9 kms.

Desde ahí hasta el 17 voy en «piloto automático». Estoy viendo ahora que las pulsaciones bajaron algo y los ritmos se mantuvieron. No sé si coincidiría con alguna zona de bajadas, si es que hizo efecto el gel, o si es que todos estábamos ahorrando fuerzas para el «repecho» del puente del km 17, pero el caso es que no recuerdo gran cosa de esos kms. Se me pasaron muy rápido.

Llega el puente del km 17 y en la subida muchos corredores se van un poco atrás, aprovecho para ponerme a la par con la liebre y así correr más cómodo. Pasa el repecho, la bajada y ya sólo queda lo «fácil». Otro corredor vuelve a preguntarle a la liebre si no va muy justo, y él vuelve a responder que va a por 1h20’00» y a partir de ahí, que cada uno se regule. Traducción: el que quiera SUB1h20′, ¡¡¡que arrée!!! 

Así que me voy un poco por delante. No mucho, unos metros, unos pocos segundos. Voy con la reserva ya, pero es lo último. 3 kms y se acabó, sub1h20», fin de temporada, a descansar. Toca darlo todo!!! 
Último km espectacular de gente animando, como siempre. Y eso que no hace una mañana agradable para estar parado en la calle viendo correr, esta gente tiene que estar helada!!!

Unos metros antes del km 20 me pasa Rober, que también ha soltado a la liebre. Me quedo pegado detrás. Paso el cartel del km 20 con un par de segundos de margen sobre lo que decía la pulsera, no me voy a poder relajar nada!!! 
Última curva y entro en la recta para los 100 metros finales. En el reloj veo 1h19’5x», y aunque sé que tengo unos 10» de margen por lo que tardé en pasar por la salida, lanzo el último sprint por el pequeño «pique» de hacer sub1h20′ oficial. Entro en meta mirando para arriba, intentando ver el reloj oficial que no sé si estará en 1h19’59» o 1h20’00» (finalmente estaba en 1h20′ clavados). El Garmin lo paro en 1h19’52», aunque la clasificación oficial finalmente me da 1h19’50». 

Saludo a Rober, que ha entrado un momento antes. Nos felicitamos, estiramos un poco, pero rápidamente nos vamos a ponernos a cubierto en el poli, que hace mucho frío. Allí más estiramientos, comer, beber, recuperar… Llega Óscar y nos vamos rápido a la ducha, que incluso a cubierto nos estamos quedando fríos.

Termino muy contento, he roto un gafe con la marca de 1h20′, en una carrera en la que he sabido sufrir como nunca desde muy pronto. Ahora toca descansar y recuperar, divertirse en los crosses y coger ganas para volver con más fuerza!!!

Por Juan Luis Pardo