La postura corporal al correr

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La mejor postura corporal al correr es aquella que ayuda a proteger las articulaciones y favorece la velocidad.

 

Para ello hace falta un buen acondicionamiento físico de forma generalizada y tener en cuenta: cuello, brazos, zona core, caderas, piernas, pisada.

La posición del cuello debe ser recta, manteniendo la alineación natural con el tronco de esta manera el aire fluirá por la tráquea libremente; si bajamos la cabeza dificultamos el paso. Añadir que si tenemos la cabeza en línea, nos permite tener la mirada al frente, hacia donde vamos y pisamos, de esta forma evitaremos tropezarnos con otros corredores o pisar botellas del avituallamiento o simplemente sabremos donde pisamos.

Los brazos y los hombros sueltos, sin tensión en ellos, que fluyan al ritmo de las zancadas. No girar mucho los hombros y mantener los brazos flexionados a 90º y sin cruzarles, para no perder energía y que nos sirvan para algo más que llevarlos balanceándose.  Puntualizar que cuidado con apretar los puños durante el recorrido, ya que a parte de no ser necesario, puede que provoquen calambres en otras zonas. Eso si,…………… ¡aprieta los puños en señal de victoria o de orgullo por haber finalizado!

La zona core, o zona media del cuerpo fuerte, porque es fundamental para mantener la espalda recta y protegida durante las carreras.

Entrenar abdominales, oblicuos y zona baja de la espalda es más que imprescindible para todo corredor. Mantener el abdomen con una cierta tensión para que nos sujete es lo propio, pero que no sea tanta que llegue a arquear la zona lumbar.

Dentro de lo que es la zona core, su base tiene que estar bien colocada; no estamos refiriendo a las caderas, que por nada tienen que estar basculadas hacia detrás, todo lo contrario, nos deberíamos imaginar que tenemos un empuje constante en la zona del glúteo para evitar precisamente echarlo hacia atrás. Una posición vertical en todo momento es lo idóneo.

Un buen tono muscular en las piernas nos darán ese plus de seguridad de que las podemos exigir algo más en momentos puntuales sin que se lesionen o se resientan. No está nada de más tener una rutina de entrenamiento de pierna o simplemente realizar en casa unas sentadillas, splits o zancadas, ejercicios de equilibrio, desplazamientos laterales,  skipping hacia arriba y hacia atrás, etc., que nos ayuden a una tonificación muscular. La opción de incrementar el esfuerzo de las piernas con subidas y bajadas en los entrenos también nos puede ayudar.

La pisada se recomienda que sea sobre la parte delantera del pie, evitando que el impacto se lo lleve directamente solo el talón, además de propiciar un despegue del pie más rápido que te dará mayor velocidad. No olvides tener la rodilla adelantada al pie en el momento de dar el paso o zancada y evitar que el pie se aleje mucho del cuerpo, intentando apoyarlo lo más cerca del eje central del cuerpo controlando que la rodilla esté un poco flexionada.

Otra reseña a tener en cuenta es que procures que el movimiento sea de avanzar y no de elevarte, evita lo más que puedas el desplazamiento vertical hacia arriba.

Así que korrikazaleak, tener en cuenta que quien quiera hacer tiradas largas y
no lesionar el cuerpo cuando el cansancio haga su mella, debe controlar su postura corporal al correr. Esta no es nada difícil de adquirir si durante tus entrenamientos vas pensando en que correcciones te hacen falta; verás como se vuelve rutina y ya no tendrás que pensar en ella, simplemente te saldrá de forma innata.

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