Crónica X Prueba de fondo Los Montes de Vitoria

3:30 de la madrugada, suena el primero de los 2 despertadores que tengo preparados. Como un resorte me levanto, primera parada en boxes, me visto, recojo los bártulos y voy al coche. Tengo que pasar por Bilbao a recoger al otro integrante de la expedición. Cuando vamos a coger el autopista nos encontramos con un montón de luces azules. El agente nos mira extrañado, ¿Donde irán estos dos a las 4 de la mañana comiendo un plátano?.

El viaje hasta Vitoria sin incidentes, poco antes de las 5 estamos aparcados en Mendizorroza y recogiendo los dorsales. Hacemos los últimos preparativos, nos sacamos una foto y listos para subir al autobús que nos llevará hasta Ullibarri-Jauregi para tomar la salida en nuestra primera prueba de los Montes de Vitoria, 61.660 metros con un desnivel acumulado de 5.816 metros.

A las 6 en punto empezamos. Todavía no ha amanecido del todo, nos dejamos arrastrar por el resto de participantes. después de unos centenares de metros nos ponemos a correr hasta encontrar una zona tranquila lejos de los empujones. Seguimos corriendo hasta llegar a las primeras rampas. La táctica estaba clara desde el principio, correr en los tramos llanos y las bajadas y andar ligero en las subidas.

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El primero de los montes de Vitoria es el ITXOGANA (1.062 m), vamos subiendo hasta un punto en el que es paso es tan estrecho que se forma un tapón. De momento todo son bromas y risas en la cola para poder subir. Hacemos cumbre y nos lanzamos a correr, enseguida con encontramos con la subida al INDIAGANA (1.101 m). Bajamos hasta Azaceta donde nos espera el primer avituallamiento líquido, enseguida volvemos a subir por unos bosques dignos de Invernalia, parece que en cualquier momento va a aparecer John Snow o un «Caminante Blanco» entre la niebla. Subimos ARRAIALDE (1.049 m) y volvemos a bajar por los bosques hasta la Balsa de Ixona, ya llevamos 18 kilómetros y nos surtimos bien de Donuts, plátanos y chocolates en el primer avituallamiento sólido.

Llega la parte dura de la carrera, casi 13 kilómetros hasta Okina, de los cuales 10 son prácticamente de ascenso. Subimos ALMURRAIN (881 m) y casi sin descanso empezamos a subir a KAPILDUI (1.117 m), el punto más alto del recorrido, aquí ya no hacemos tantas risas. Llegamos al avituallamiento y rellenamos los bidones, otra pastilla de sales y seguimos corriendo.

En la bajada me como un tronco con la rodilla, noto el dolor y veo que estoy sangrando, pero no paro, sigo corriendo, poco después ya no siento dolor y la sangre se ha secado.

Bajamos hasta Okina, kilómetro 31, parada de 5 minutos para volver a rellenar los bidones, comer un poco de fruta, palmeritas y quitarse las piedras y ramas de las zapatillas. A la vuelta de la esquina nos esperaba otro ascenso, ZALBIZKAR (1.046 m) . Mi ritmo en este punto ya era muy suave por lo que mi compañero de los Kalirunners me pide permiso para apretar, se encuentra más fuerte que yo y no se encontraba cómodo con mi paso. No le vuelvo a ver hasta la meta, horas después. Desde aquí empieza mi aventura en solitario.

En el km 35, bajando PAGOGAN (1.029 m), segunda parada en boxes. Esta zona es bastante corrible, por lo que poco a poco voy cogiendo un trote cómodo, aunque me va pasando gente, yo sigo a mi ritmo. Llegando al kilómetro 41 me encuentro con el monte LENDIZ (848 m), para seguido descender hasta el Puerto de Vitoria. Vuelvo a rellenar los bidones y sigo. A estas alturas de la carrera empieza a calentar Lorenzo. Supero la distancia del maratón en 6 horas y 24 minutos. Todavia me quedan más de 5 kilómetros para el próximo avituallamiento sólido y por medio hay que subir y bajar ARRIETA (1.000 m) . Me quedo sin referencia de distancia, la batería del Garmin Forerunner 15 ha dicho basta después de 6 horas y 44 minutos. La verdad es que cuando lo compré no pensaba que algún día iba a correr esta distancia.

Llego al avituallamiento del Pto de Zaldiaran después de 7 horas y 15 minutos de carrera. Como fruta, yogur, pastas, tomate y mucha agua. Me siento a la sombra mientra me repongo para afrontar la última etapa de la carrera. Ya solo me separan 3 montes y 12.800 metros de la meta de Mendizorroza. después de unos 15 minutos de descanso salgo comiendo un poco de pan con queso, enseguida se me hace una bola en la boca y tengo que pasarlo con ayuda de un poco de agua.  Comienza el ascenso a ZALDIARAN (978 m), el sol calienta, y empiezo a adelantar a gente. En pocos minutos llego al control y empiezo a correr, parece que el descanso me ha sentado bien. Llego a los pies del alto de BUSTO (976 m), un sendero ascendente digno de KV, tengo que usar las manos para subir. Hago cima y empiezo el descenso, bajo por el bosque adelantando a gente o por lo menos me parecen, podrían ser «caminantes» de The Walking Dead.

Alcanzo a un grupo y empiezo el último ascenso, EZKIBEL (816 M). Subo detrás de un chico que se ayuda con los bastones. El ritmo me viene perfecto, cuando hago cima se me saltan las lagrimas de la emoción, me habían dicho que si llegaba «entero» a este punto lo tenía hecho. Empiezo a bajar con mucho cuidado, el sendero es estrecho y lleno de rocas sueltas. Llego al último avituallamiento  dispuesto a sentarme, hidratarme y reponerme durante 5 minutos.

Empiezo el último tramo que me va a llevara Vitoria cruzando los bosques de ARMENTIA, exactamente no se cuantos kilómetros quedan, me da igual, en el llano voy cómodo, calculo que aproximadamente a unos 5 dignos minutos por kilómetro. Doy ánimos a todos que voy adelantando porque ya no pueden correr.

Por fin me encuentro un cartel con el kilómetro 60, adelanto a 2 chicos que me habían pasado kilómetros atrás, no pueden seguir mi ritmo. Les doy animos, ya solo nos quedan 1.660 metros. Empiezo a pasar entre casas, llego a una avenida y al fondo se ven las vallas naranjas de uno de los patrocinadores. Oigo la música y al speaker. Enfilo los últimos metros, los niños ponen las manos para chocar y cruzo el arco de meta. Hago un gesto de prueba superada y termino con 9:42:59. Me dan el diploma y lo primero que hago es buscar comida, grata sorpresa, bocadillo de chorizo caliente, venia soñando con uno desde el primer kilómetro.

En el vestuario comenzamos con el ritual, quitarse las zapatillas, tirar las medias con tomates, llegar a la ducha y comprobar, que a pesar de llegar en el puesto 433 de 800 todavía hay agua caliente.

Como finisher participio en un sorteo para ganarme una de las 150 plazas de los Hiru Handiak, ¿Me tocará?, no creo….

Gran estreno de la nueva equipación de Korrikazaleak

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